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Radiación UV y la transmisión de COVID-19

Radiación UV y la transmisión de COVID-19
Radiación UV y transmisión de COVID-19International Commission on Illumination

Comunicado sobre los riesgos asociados al uso de la radiación UV.

El 12 de abril de 2020, la International Commission on Illumination (CIE, por sus siglas en francés) publicó un comunicado sobre el manejo de riesgos asociados al uso de la radiación UV para el manejo de la emergencia sanitaria producida por el COVID-19. Este artículo muestra algunos de los aspectos más relevantes de este documento.

Nota de traducción: debido a la falta de un equivalente en español para el término “Upper-room GUV” se ofrecen los términos “GUV aérea” o “GUV del aire superior”.

GUV para desinfección
El UV-C se ha utilizado con éxito para la desinfección de agua durante muchos años. Además, esta desinfección se incorpora de forma rutinaria en las unidades de tratamiento de aire para controlar la acumulación de tapetes microbianos y desinfectar el aire. Recientemente, ha habido un resurgimiento del interés en el uso de dispositivos UV-C para entornos sanitarios destinados a desinfectar el aire y las superficies de una habitación. Dichos dispositivos pueden colocarse en una ubicación específica durante un período de tiempo o pueden ser unidades robóticas que se mueven por el entorno para minimizar los efectos de sombra. Para la desinfección de superficies, es posible colocar una fuente de UV-C directo a la superficie.
Existe una creciente evidencia de que el uso de UV-C como complemento de la limpieza manual estándar en hospitales puede ser efectivo, sin embargo es necesario desarrollar pautas de aplicación más específicas y procedimientos de prueba estandarizados.

Las fuentes de UV-C de desinfección del aire superior generalmente se montan por encima de la altura de la cabeza en las habitaciones y funcionan continuamente para desinfectar el aire en circulación. Algunos estudios de laboratorio han encontrado que la efectividad de la desinfección con UV-C en el aire superior depende de la humedad relativa, las condiciones de temperatura y la circulación del aire.

Escombe y col. (2009) estudiaron la GUV aérea en una sala de un hospital sin aire acondicionado en Lima, Perú, y encontraron una marcada reducción en el riesgo de transmisión de tuberculosis por vía aérea, a pesar de la alta humedad relativa del 77%.

Riesgos al usar UV-C
La mayoría de las personas no se exponen a los rayos UV-C de forma natural: los rayos UV-C del sol se filtran principalmente por la atmósfera por lo que la exposición humana a los rayos UV-C generalmente surge de fuentes artificiales.

El UV-C solo penetra en las capas más externas de la piel y apenas alcanza la capa basal de la epidermis, no penetra más profundamente que la capa superficial de la córnea del ojo. La exposición del ojo a los rayos UV-C puede resultar en fotoqueratitis, una condición muy dolorosa que se siente como si se hubiera frotado arena sobre el ojo.

Cuando la piel se expone a altos niveles de UV-C, se puede desarrollar eritema (un enrojecimiento de la piel similar a las quemaduras solares). Por lo general, el eritema es menos doloroso que el efecto de los rayos UV-C en los ojos. Sin embargo, el eritema inducido por UV-C puede diagnosticarse erróneamente como dermatitis. Existe alguna evidencia de que la exposición repetida de la piel a niveles de UV-C que causan eritema puede comprometer el sistema inmunológico del cuerpo (Gläser et al., 2009).
La radiación ultravioleta generalmente se considera carcinógena (ISO / CIE, 2016); sin embargo, no hay evidencia de que la radiación ultravioleta por sí sola cause cáncer en humanos. El Informe Técnico CIE 187: 2010 (CIE, 2010) analiza la pregunta y concluye: “si bien la radiación ultravioleta de las lámparas de mercurio UVGI de baja presión se ha identificado como un carcinógeno potencial, el riesgo relativo de cáncer de piel es significativamente menor que el riesgo de otras fuentes (como el sol) a las que un trabajador estará expuesto habitualmente. La irradiación germicida UV se puede utilizar de forma segura y eficaz para la desinfección en la parte superior del aire sin un riesgo significativo de efectos retardados a largo plazo, como el cáncer de piel”.

En uso normal, las fuentes de UV dentro de los ductos para la circulación de aire o utilizadas para la esterilización del agua no deben presentar un riesgo de exposición para las personas. Cuando trabajen en una zona irradiada con rayos ultravioleta, los trabajadores deben usar equipo de protección personal, como ropa industrial (por ejemplo, tela gruesa) y protección facial industrial (por ejemplo, máscaras faciales) (ICNIRP, 2010). Los respiradores de cara completa (CIE, 2006) y la protección de las manos con guantes desechables (CIE, 2007) también protegen contra los rayos UV.

Resumen de recomendaciones
Los productos que emiten UV-C son extremadamente útiles en la desinfección de aire y superficies o esterilización de agua. CIE y OMS advierten contra el uso de lámparas de desinfección UV para desinfectar las manos o cualquier otra zona de la piel (OMS, 2020), salvo que esté clínicamente justificado.

El UV-C puede ser muy peligroso para los seres humanos y los animales y, por lo tanto, solo se puede utilizar en productos fabricados correctamente que cumplan con las normas de seguridad, o en circunstancias muy controladas donde la seguridad se tenga en cuenta como la primera prioridad.

Este artículo es una traducción parcial del reporte CIE Position Statement on Ultraviolet (UV) Radiation to Manage the Risk of COVID-19 Transmission emitido por la International Commission on Illumination. Para consultar la fuente original visita el sitio oficial de CIE.

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